Nuestra sociedad está cada vez más digitalizada e hiperconectada, y son muchos los empleados (principalmente aquellos de generaciones que han nacido con Internet) los que demandan nuevas modalidades de trabajo, más flexibles, que les ofrezcan la posibilidad de desvincularse de un puesto físico y cumplir con su jornada laboral desde cualquier lugar a través de escritorios virtuales, lo que conocemos como teletrabajo.
Ahorro de gastos de oficina, descongestión del tránsito de vehículos favoreciendo la reducción de contaminación ambiental, conciliación entre vida laboral y personal, son algunos ejemplos de los numerosos beneficios que aporta el teletrabajo y que todo el mundo conoce hoy en día. Sin embargo, estas ventajas no parecen ser relevantes o suficientes para muchas empresas que no consideran del todo necesaria su implementación o que solo lo tienen en mente como una idea a futuro. Lo que no todo el mundo sabe es que en determinados escenarios el teletrabajo puede ser clave para asegurar la continuidad de una compañía ¿quieres saber por qué? ¡sigue leyendo!
El teletrabajo ¿la medida ideal en época de crisis?
Como ya hemos comentado, el teletrabajo aporta numerosas ventajas y aún así muchas empresas se muestran reticentes a la hora de potenciarlo, pero ¿y si lo consideramos como un medio de contingencia y medida de continuidad ante una situación de crisis? Actualmente el mundo está enfrentándose a situaciones políticas, económicas, sociales, que son críticas y que pueden tener un gran impacto en los mercados; América latina ha sido testigo de revueltas a lo largo de los últimos meses y no podemos obviar los casos de epidemias y pandemias que afectan a la población a nivel global y que obligan a las compañías a adoptar medidas para las que no siempre están preparadas.
Un ejemplo reciente es el del coronavirus: con un nivel de contagio tan rápido las empresas deben actuar para evitar su propagación entre los trabajadores, pero ¿cómo asegurar la continuidad operativa en un caso como este? La solución es evidente: la implementación de escritorios digitales como metodología del teletrabajo. De esta forma las organizaciones aseguran que los empleados pueden desempeñar su labor sin necesidad de estar presentes en la oficina física y, lo más importante, sin que esto pueda afectar a su rendimiento y productividad.
¿Afectará a la operatividad y seguridad de la información? ¿qué seguridad tengo de que los empleados cumplan con sus funciones y respeten el horario establecido? ¿qué plataformas necesitaré para disponer de un entorno de trabajo eficiente y seguro? Son algunas de las dudas frecuentes que surgen en torno a esta modalidad laboral, por eso os dejamos aquí una serie de consejos para aplicar esta metodología de trabajo a distancia y que permitan potenciar la fuerza laboral:
- Verificar el acceso a Internet: Una de las bases del teletrabajo es asegurar un buen acceso a internet ya que será imprescindible que todo el equipo esté comunicado para poder llevar a cabo su trabajo.
- Uso de equipos adecuados: Ordenadores, tablets y smartphones son las herramientas que los empleados necesitan para trabajar fuera de la oficina y es importante garantizarles que son los más adecuados para poder desempeñar sus funciones.
- Espacio conectado: Otra de las claves para la efectividad del teletrabajo es la creación de un espacio colaborativo y conectado como un lugar común para todos los trabajadores. Lo ideal es contar con herramientas y plataformas específicas, pero siempre hay otras opciones de acceso gratuito como Skype, Trello o incluso mensajería instantánea como hangouts, telegram o whatsapp.
- Garantizar la seguridad: La seguridad de la información es clave, por lo que la implantación de escritorios virtuales se considera la opción más acertada para que, a pesar de trabajar desde casa (o cualquier otra localización), el acceso a los entornos de trabajo y aplicaciones sea exactamente el mismo que si se encontrasen en la oficina física (en nuestro último post puedes ampliar información sobre los escritorios virtuales: Virtualización de escritorios: ¿es lo mismo VDI que DaaS?).
- Organizar y planificar: Es importante elaborar un listado de actividades pendientes y hacerla llegar al equipo de trabajo de forma que cada empleado identifique sus tareas y sea capaz de priorizar el modo en que va a trabajar.
- Marcar los objetivos: Si quedan definidos cuáles son los objetivos en base a las prioridades establecidas podremos determinar entregas y monitorizar el tiempo de respuesta y productividad del empleado.
- Confiar: Confiar en el empleado a la hora de trabajar a distancia puede resultar complicado pero es totalmente necesario. El teletrabajo debe enfocarse como una actividad de colaboración y no como un generador de conflictos. A través de la confianza podemos crear una serie de vínculos que favorezcan la empatía hacia la otra persona y fomenten el compromiso de los trabajadores.
¿Está tu empresa preparada para que tus empleados trabajen a distancia? En Serban ponemos a tu servicio toda nuestra experiencia en la implantación de esta metodología del teletrabajo. Si quieres más información no dudes en contactar en nosotros a través de nuestro formulario de contacto. Estaremos encantados de contarte más sobre el teletrabajo y ayudarte a llevarlo a cabo en tu compañía.